jueves, 18 de abril de 2013

El Espartano de oro



El mundo del fútbol es tan amplio como injusto. Quizá, muchas veces, denostamos a jugadores por manía, por un fallo mínimo o, en la mayoría de los casos, por errores garrafales. Pero cuando un jugador es discutido por su intrascendencia la cosa cambia.



El caso de Álvaro Arbeloa pertenece a la amplia caterva de jugadores de suma validez para cualquier club grande que actúan, irremediablemente, como actores secundarios. Por encima de sus cualidades técnicas, Álvaro destaca en el Real Madrid, como lo hizo en el Liverpool o en el Deportivo de la Coruña, por su orden táctico, por la defensa férrea que aplica a sus rivales y por su indiscutible eficacia en el marcaje hombre a hombre.



Y siempre hablamos de que el fútbol no sólo atiende a los gustos personales, sino que también conoce de memoria. Si hablamos en esos parámetros, lo único cierto es que Álvaro Arbeloa ha pertenecido a la quinta de la Selección Española que ganó dos Eurocopas y un Mundial concatenados. También perteneció al “Spanish Liverpool” que ganó una FA Cup. Y desde que llegó al Real Madrid ha contado siempre para entrenadores como Pellegrini o José Mourinho, el club que le vio nacer profesionalmente, con en el que ha ganado una Liga una Copa del Rey y una Supercopa de España




Dudas, suspicacias, estadísticas poco favorables y constantes críticas. Ese es el marco en el que se mueve Álvaro en los últimos tiempos. Se pone en duda su capacidad para pertenecer a una plantilla de primer orden como el Real Madrid y para defender el lateral derecho de la Selección Española . Y siempre que se oyen vientos desfavorables el lateral responde con eficacia y profesionalidad. ¿Mal jugador? ¿Debe continuar en el Real Madrid y en las convocatorias de la selección española? Si tienen alguna duda, pregúntenle a Franck Ribéry.





@eRMaxu

jueves, 11 de abril de 2013

Cuatro pretendientes para la Reina de Europa



Mourinho, Vilanova, Klopp y Heynckes son los estrategas que preparan minuciosamente la batalla, esperando a la confirmación de su próximo rival y elaborando las rutas por las que su ofensiva tendrá más éxito. Ya no vale tener preferencias, sino confiar en tus posibilidades.




El Borussia Dortmund, un 'Mini Real Madrid'






El Borussia Dortmund fue incapaz de desarbolar una complicada red defensiva auspiciada por Pellegrini, dejando claro que sin espacios y con Gündogan asfixiado por el mediapunta los de Klopp se difuminan. Tan solo la calidad individual de sus futbolistas ofensivos resolvieron un partido que no entraba en las quinielas de ningún aficionado alemán. Eso sí, fue la confirmación de que Lewandowski es el delantero centro más completo que atesoran los cuatro conjuntos. El Real ya lo sufrió en la fase de grupos y el Barcelona ha tenido una sensación de agobio parecida con Ibrahimovic. Piqué y Busquets no son suficientes en el juego aéreo, y eso se notaría en una posible eliminatoria ante el BVB. Reus y Götze, unidos a la velocidad de Kuba, quedaron en estático perdiendo gran parte de sus cualidades. Esta tendría que ser la lectura que deberían de hacer los posibles rivales. La nota positiva se encuentra en la recuperación de Hummels, que sí estará en semifinales. Le urgió al Dortmund un central que asumiese galones y se aventurase sacando el balón jugado ante la presión a Gündogan, pero Santana y Subotic no supieron hacerlo y dio paso a un fútbol plano e inocuo. El peligro aéreo eso sí es evidente.



El Real Madrid con dudas en la delantera pero CR7, Özil y Xabi Alonso siempre aparecen.





El Real Madrid sigue siendo una incógnita, en el sentido que uno no sabe si sus delanteros –Benzema e Higuaín- están o no están. Es muy difícil imaginar a uno de ellos conseguir recibir de espaldas ante cualquiera de los defensas alemanes y más aún desequilibrar la balanza en favor de su equipo. La caída en Turquía no debe ser del todo alarmante debido al contexto, pero sí que preocupante. La baja de un jugador, tan solo uno, puede variar el rendimiento de forma enorme. La ventaja es que si bien Xabi Alonso el año pasado llegó a semifinales contra el Bayern de Múnich después de haberlo disputado absolutamente todo, este año Modric le ha dejado respirar más de una vez en el banquillo. Sobrevuela mientras tanto la polémica en torno a la portería, la cual no beneficia al Madrid. Un portero con presión añadida resta al equipo, algo que no se puede permitir a estas alturas el equipo merengue.  Como se puede leer al principio del pequeño análisis del Real Madrid, el equipo de Chamartín acumula demasiados futbolistas sin saber si van a llegar a la recta final al 100% de su rendimiento. Pero cuenta con la ventaja de que esta es su competición. Y que tienen a Cristiano Ronaldo (lleva once goles en esta Copa de Europa).


El peor Barcelona de los últimos años -pero con Messi-





Después del Dortmund, el equipo que más cerca estuvo de caer por el precipicio fue el Barcelona. El peor desde que Guardiola iniciase el proyecto. Sin daño en la posesión, impreciso en el pase, blando en el corte. No solo se vio la dependencia del equipo catalán a Messi, si no que no es un gran momento para el conjunto en sí. Xavi, irreconocible, no pudo dotar a su equipo de la calma necesaria durante todo el partido. Solo a ratos. Y Busquets realizó su peor partido desde que jugase en tercera división. Fue un cúmulo de factores negativos que, sumados a la calidad parisina, hizo temblar los cimientos blaugranas. En ese contexto, Vilanova no tuvo otro remedio que dar entrada a un Messi lesionado que no participó enteramente con el balón pero fue un golpe psicológico para ambos equipos. A unos les dio fuerzas y a los visitantes les infundó un miedo que precedió al gol culé. Esa intimidación de la que hablamos fue la que propició el tanto. Messi arrastró a Thiago Silva dejando el espacio del que nunca antes había gozado la ofensiva local. Aun así mucho tiene que cambiar para que este Barcelona se alce con la quinta.


Bayern Munich, para mí el equipo más temíble.





Lo negativo es poco y las virtudes, muchas. Le ha metido cuatro al líder de Italia en dos partidos sin apenas encajar un gol, ha borrado del mapa a Pirlo durante 180 minutos y ha dominado una eliminatoria íntegra, desde principio a fin. Comenzó con la lesión de Kroos, pero fue tan solo una demostración del potencial que tiene el Bayern de Múnich. Salió Robben, que acompañaba a jugadores como Mario Gómez, Shaquiri o Luiz Gustavo en el banquillo.Fue un vendaval. No sobresale ni un resquicio de debilidad. Javi Martínez y Schweinsteiger son de  lo mejor en el medio campo del continente. Pero es que luego cuenta con dos extremos, de los que más en forma están. Ese fuera-dentro que acostumbran a realizar Robben y Ribéry posibilitan a Alaba y a Lahm –dos laterales temibles ofensivamente- llegar hasta línea de fondo para encontrar rematador. A eso ya oposita Mandzukic, que no podrá estar en la ida de semifinales por sanción. Con la Bundesliga ya matemáticamente ganada, el equipo bávaro opta a la Copa y a la Champions. Tan solo el nerviosismo de acumular dos finales en tres años y no haber ganado ninguna puede desestabilizar a un equipo muy favorito para ganar la Copa de Europa en Wembley. 


Mucha suerte para nuestro Real Madrid y a por el que nos toque. ¡¡¡HALA MADRID!!!

César.G.C

@eRMaxu

viernes, 5 de abril de 2013

¡¡¡Gracias Zizou por Varane!!!

Raphaël Varane llegaba al Real Madrid en junio de 2011 después de Sahin, Altintop y Callejón.




Y lo hacía bajo la recomendación de Zinedine Zidane durante su etapa como asesor del club blanco. La protección del mago francés se convertía en un arma de doble filo porque había que estar a la altura: el que fuera ‘cinco’ del Real Madrid le había comparado con Laurent Blanc. Otros lo hicieron con Fernando Hierro. Nada más y nada menos. La rapidez, su gran zancada, fuerza y juego aéreo (propiciado por sus 191 centímetros de altura) le hicieron fundamental en el Lens y en la selección francesa Sub 21.





Antes de aterrizar en el Real Madrid donde firmó por cinco temporadas.Varane que ya demostró ante el Manchester City que tenía calidad y nivel suficiente para rendir ante cualquier equipo.





Corría el mes de septiembre y Mourinho colocaba al francés como titular. Varane cumplió, no perdió la posición y nada tuvo que ver en los tantos que encajó el Real Madrid.


Aun así los críticos le reprochaban una actuación ante un grande. Y el francés decidió callarlos firmando una actuación redonda ante el eterno rival, el Barcelona. El protegido de Zinedine Zidane se puso e traje de faena multiplicándose por dos para ocupar su espacio y el de Carvalho. El defensa francés se convirtió en un muro infranqueable y se hartó de arruinar las ocasiones del Barcelona cuando los aficionados culés ya cantaban los tantos de su equipo: sacó bajo palos un remate de Xavi y arrebató el balón limpiamente a Jordi Alba, Messi o Fàbregas cuando éste se quedaba solo ante Diego López.








 Aparte de marcar un golazo de cabeza para empatar 1 - 1 en la ída de Copa.




En el partido de vuelta en el Camp Nou tuvo otra gran actuación y marcó otro golazo, siendo 1 - 3 el resultado final del encuentro y así quedando eliminado el Barcelona.







Mourinho le aseguró que tenía hueco en su equipo y que si llegaba no era para ser cedido. Guiado por los consejos de su protector para adaptarse e integrarse en el equipo blanco ha sabido esperar su momento. El tiempo ha premiado el trabajo del defensa francés que ha demostrado tener estrella. Tal y como aseguró en su día Zidane.






Tenemos central para años, ¡¡¡Gracias Zizou por Varane!!!

César.G.C

@eRMaxu  

martes, 2 de abril de 2013

21 AÑOS SIN "JUANITO" E7ERNO



                      




Como buen extremo nunca supo de términos medios: fue "Juanito" o "Don Juan", héroe o villano. Temperamental dentro y fuera del campo, estuvo durante más de diez años en primera fila de la actualidad madridista. Juan Gómez González jamás defraudó a los que esperaban que sus actuaciones en el Real Madrid y en la selección le acreditaran como uno de los "grandes". Como tampoco defraudó a los que pensaban que, por encima de todo, estaba su amor hacia la institución blanca. Todavía hoy, más que nunca, sigue en el corazón de todos los madridistas. 




Juan Gómez "Juanito", nació el 10 de noviembre de 1954 en Fuengirola (Málaga). Como tantos otros chicos de su edad, aprendió a jugar al fútbol en la escuela de la calle. Será allí, en la calle, donde marque sus primeras pasiones... Y se meta en las primeras peleas. "Era el peleón de mi barrio -diría más tarde-. Siempre estaba metido en líos. Y me daban.


Tras sus primeros escarceos con el Fuengirola ficha por el Atlético de Madrid. No debuta hasta que no cumplió los 15 años. De aquí en adelante, su ascenso es espectacular. Su proyección es tan rápida como su juego. Del juvenil pasa al filial de Tercera, cuando aún no había cumplido los 16 años. Vuelve al conjunto de su ciudad natal pero la llegada del alemán Max Merkel y sus deseos de contar con el jugador, hace que éste, que ante todo desea triunfar en la elite del fútbol, vuelva al club colchonero con el que firma unas nuevas condiciones: 250.000 pesetas de ficha y 22.000 de sueldo.



Jugando contra el Benfica, a beneficio de los damnificados de Managua, en una jugada desafortunada se rompe la tibia y el peroné tras un choque con Henrique. Juanito tarda toda una campaña en recuperarse, y cuando lo hizo, Juan Carlos Lorenzo, a la sazón entrenador de los rojiblancos, no cuenta con sus servicios.

Por fin, José María Negrillo, un hombre que siendo entrenador del Madrileño pudo comprobar la calidad del jugador, decide llevárselo al Burgos. El primer año de Juanito en el conjunto castellano fue difícil, ya que el equipo estuvo a punto de descender. Cumplida la temporada, el Atlético le da la baja definitiva y el malacitano ficha por el Burgos. Juega un gran partido en Madrid, ante el Atlético, demostrando la equivocación del club rojiblanco al dejarle escapar. A este partido le suceden otras extraordinarias actuaciones que hacen que el seleccionador nacional, Ladislao Kubala, se fije en él y le lleva a Montreal. Juanito se convierte en un jugador codiciado, sus días en el Burgos estaban contados. 




El 19 de noviembre de 1976 ve cumplido, por fin, su gran sueño: fichar por el Real Madrid. Como él mismo reconoció posteriormente, "llegar a esta casa era cono tocar el cielo, pues prefería ante todo al Real Madrid como equipo y a Madrid como ciudad". Sus palabras escondían un secreto anunciado a voces: El Barcelona también pujaba por él, pero el Madrid se le adelantó por muy pocos días. El malagueño se incorpora al Real Madrid en la temporada 1977-78, debutando con la camiseta blanca en México, ante el Guadalajara. Ese mismo año juega su primer partido en el Camp Nou, de imborrable recuerdo. El extremo hizo un partidazo, colaboró de forma decisiva en dos de los goles y el Madrid ganó 2-3, rompiendo una racha negativa que duraba siete años. Todo ello a pesar de estar aún convaleciente del botellazo sufrido días antes en Belgrado, jugando con la selección, y en donde el combinado español obtuvo el pasaporte para a Argentina tras doce años de ostracismo sin participar en un Mundial.




Una década de blanco
En los diez años que militó en el Real Madrid, Juanito fue capaz de dividir a parte de la parroquia blanca en dos corrientes de opinión. De un lado estaban sus admiradores, defensores a ultranza del temperamento racial. Del otro lado, los que preferían para el Madrid un modelo encorsetado, más conservador, de hacer y no decir. Pero ninguno discutía que el andaluz era un buen jugador, "a veces grande". En sus diez años en el Club consigue dos Copas de la UEFA, cuatro Ligas, dos Copas del Rey, una Copa de la Liga. Además, fue subcampeón de la Copa de Europa (1981) y subcampeón de la Recopa (1983). A título individual obtuvo un "Pichichi" en la Liga con 17 goles (1983-84).

Pero tuvo un lunar. En abril de 1987, ante el Bayern de Munich en la Copa de Europa. Juanito le pisó en la cabeza al alemán Mattahus y el árbitro del encuentro le expulsó del terreno de juego. Su temperamento impulsivo le costó una sanción que significaría el adiós definitivo a Europa y al Real Madrid.





Madridista hasta el final
Fue líder de un equipo dotado de una impresionante fortaleza, de un tremendo espíritu que nacía de hombres tan raciales como Benito, Camacho, Stielike, el propio Juanito y otros más que ofrecieron “su vida” por el Club. Juanito, “aprendiz de todo y maestro de nada”, que gustaba definirse, era capaz de transmitir estos sentimientos porque sólo los que han llorado alguna vez sobre el escudo blanco pueden hacerlo.
Un fatídico 2 de abril la carretera segó la vida a uno de los hombres que más amó a nuestro Club, cuando había madurado y ennoblecido, como los grandes vinos, y el que pasito a pasito recorría, inexorablemente, el camino que le llevaría a ocupar el puesto que tanto anhelaba, ser entrenador del Real Madrid. Juanito se fue y nos dejó con el corazón roto en mil pedazos.




Juanito fue un jugador imprevisible, trabajador siempre, sufrido. Un hombre que sintió profundamente los colores del Real Madrid.

Juanito siempre presente.
                                                                                                               

César.G.C

@eRMaxu